Horno de quemado pirolisis Según estudios realizados por organizaciones internacionales, este es el único proceso de remoción del bobinado dañado que no resulta ninguna pérdida de la eficiencia energética.
Los motores se colocan en una cámara que estará sujeta a una temperatura controlada para derretir y deshacer el aislamiento, lo cual hace que sea fácil de quitar. Los equipos se calientan lentamente a la temperatura deseada, donde estarán varias horas para asegurar la destrucción de barnices y aislamientos. Puesto que el oxígeno en la cámara se controla, no hay llama, evitando así cualquier daño al núcleo.
Los vapores creados se moverán en una segunda cámara con un laberinto, donde se someten a una temperatura superior a 900 grados, evitando así la emisión de contaminantes a la atmósfera.